«El yoga es una ciencia espiritual ancestral.
Durante miles y miles de años, la gente ha practicado alguna forma de yoga.
Buscar el entendimiento es parte de nuestra naturaleza.
Como decía Rumi: “no podemos evitar sentir sed al oír el rumor del agua”.
Lo que conocemos como yoga hoy en día es el resultado de la evolución a lo largo de los tiempos.
Es una filosofía de vida que se basa en la experiencia directa.
Con menos distracciones de las que existen hoy en día, los antiguos yoguis
observaban y analizaban los movimientos del cuerpo y de la mente.
En la quietud encontraron entendimiento.
En la quietud encontraron la felicidad verdadera”

Narayani Rabinovitch

Yoga

Existen numerosas razones por las que una persona decide practicar yoga. Puede hacerlo motivada por un deseo de mejorar su salud física y mental, obtener relajación y descanso, desarrollar la concentración o aliviar algún dolor. Hay quienes se acercan al yoga por casualidad o por curiosidad, por recomendación médica o por que están atravesando un momento vital crítico. Otras personas se aproximan al yoga movidas por un genuino deseo de autoconocimiento y de desarrollo interno.

En función de cuál sea la motivación que guíe la práctica, cada cual entenderá el yoga de un modo especifico y se relacionará con esta disciplina desde un nivel determinado. Si bien son muchas las personas que, en un principio, se acercan al yoga por sus beneficios terapéuticos, no es poco frecuente que esta necesidad les lleve con el tiempo a experimentarlo con mayor amplitud y profundidad, y que   de   ello   se  derive   un   cambio   en   la   forma  de  vivir,  en   los

propósitos y valores personales y en la calidad de las relaciones interpersonales. Están también quienes atraídos por la modalidad del yoga postural moderno, tan extendido en nuestra cultura occidental, se aplican a él con una voluntad férrea y aún después de dedicar años a la práctica, no van más allá del aspecto puramente psicofísico del yoga que, si bien posee una validez innegable, no refleja la totalidad ni completitud del yoga.

Lo que es evidente es que, sea cual sea la razón que lleve al yoga y la amplitud con que lo acojamos, los beneficios que se derivan de su práctica son numerosos y visibles. En cualquier caso, el objetivo lo fija el propio practicante en función de sus intereses y necesidades. En esencia, el yoga es un camino de experiencia personal, donde lo importante es creer tan sólo en lo que uno experimenta. Como dice Swami Sivananda: “más vale una onza de práctica, que toneladas de teoría”.

¿Qué es el Yoga?

  • ¿Una serie de estiramientos y
    técnicas de respiración?
  • ¿Un sistema enfocado en el cuerpo y la mente para mejorar la salud física y mental?
  • ¿Una disciplina espiritual?
    ¿Una práctica religiosa?
  • ¿Una técnica para trascender el mundo?
  • ¿Una manera disciplinada de estar y
    de actuar en el mundo?
  • ¿Una disciplina corporal para lograr
    poder e influencia política?
  • ¿Un producto comercial y una
    industria profesional?
  • ¿Un estado de ser, libre de cualquier sufrimiento?

Ya sea que lo consideremos desde su perspectiva histórica o desde el panorama actual, el yoga podría ser todas estas cosas y más.

imagen texto

En los textos tradicionales del yoga la palabra yoga adquiere dos significados distintos:
Una primera acepción hace referencia al yoga como estado o fin que se pretende alcanzar. Sirvan como ejemplos, los siguientes versos:

yogaś-citta-vr̥tti-nirodhaḥ
“Yoga es el cese de las modificaciones de la mente” (Yogasūtra de Patañjali 1.2)

Ātmeśvarasamyogo yogah
“Yoga es la unión del ser con el Señor” (Pancarthabhasya 1.1.43)


En una segunda acepción se entiende el yoga como una disciplina o práctica. Más que como un estado el yoga se vislumbra como acción, como una manera de comportarse y funcionar en el mundo. Estos versos así lo evidencian:

Yogah karmasu kausalam
“Yoga es destreza en la acción” (Bhagavadgita 2.50)

Atha tattvadarsanabhyupayo yogah
“Yoga es el medio adecuado para percibir la Realidad Última” (Sutra anónimo citado en el Brahmasutrabhasya de Shankaracharya, verso 2.1.3)


Un verso que ilustra claramente este doble significado de la palabra yoga, es el siguiente:

Por el yoga se conoce el yoga
El yoga se revela por el yoga
Aquel que por el yoga permanece atento
Se deleita en el yoga por largo tiempo

(Cita anónima en el Bhasya del Yoga Sutra 3.6)

Yoga: práctica o disciplina
Yoga: estado o fin

reflexion

“Si son perseverantes, todos, incluso el joven o el anciano o el enfermo lograrán gradualmente éxito en el yoga a través de la práctica. Ya sea un brahmán, un asceta, un budista, un jainista, un portador de calaveras o un materialista, el sabio que esté dotado de fe y continuamente dedicado a su práctica alcanzará el éxito total. El éxito sucede para el que realiza las prácticas, ¿cómo podría suceder para quien no las hace?

Dattātreyayogaśāstra, 40-42


Pretender definir el término yoga es un empeño que resulta complejo y posiblemente ambicioso. Ya sea que se tome en consideración el significado histórico de la palabra o se tome en cuenta el panorama actual, el yoga puede expresar y denominar muchas cosas a la vez.

La misma maleabilidad y el amplio campo semántico inherentes al término, han permitido que la palabra yoga tenga una gran variedad de significados y haya cambiado a lo largo del tiempo y de los diferentes contextos en los que ha evolucionado.

Hoy en día la palabra yoga es prácticamente sinónimo de la práctica de āsanas o posturas de yoga. Si bien es cierto que históricamente las posturas siempre han desempeñado un papel fundamental en la tradición del yoga, la āsana es uno de los muchos métodos y técnicas del yoga. La posición central que hoy ocupa la āsana es una de las características que distingue al yoga contemporáneo de su origen tradicional. Dada la importancia de la āsana en las expresiones contemporáneas del yoga, los estudiosos del yoga se refieren por lo general al yoga actual -predominante en los países desarrollados y en los entornos urbanos- como yoga postural contemporáneo. La expresión yoga contemporáneo se utiliza como un término técnico para referirse a ciertas modalidades de yoga que evolucionaron, principalmente, a partir de la interacción entre ciertos individuos occidentales interesados en la religiones indias y numerosos indios más o menos occidentalizados. Otros estudiosos discrepan de esta nomenclatura, y prefieren utilizar la expresión yoga transnacional para referirse al yoga contemporáneo, poniendo el hincapié en su atractivo global y en el papel vehicular del mundo anglófono en la configuración de las formas actuales del yoga.

Frente la abundancia de experimentos, adaptaciones e innovaciones que confluyen en el yoga contemporáneo, hay quienes contraponen el yoga moderno al yoga tradicional o a una forma de yoga originario y puro. Pero ¿acaso el yoga contemporáneo, como asumen algunos, difiere en su significado intrínseco del yoga tradicional? ¿Supone una ruptura tan radical de la tradición o podría representar una continuidad? Sin duda, aun cuando la práctica centrada en la āsana es la forma predominante en el yoga contemporáneo, existe margen para introducir matices al respecto, ya que hay otras muchas formas de yoga contemporáneo; algunas más orientadas hacia la práctica meditativa, o enfocadas en la figura del gurú o con un carácter más devocional.

Más allá de las clasificaciones y categorizaciones, convendría considerar estas designaciones, en cualquier caso, como maneras útiles de reflexionar sobre el yoga, y nunca para aferrarnos a ninguna concepción con demasiada rigidez. Es evidente que la noción que se pueda tener del yoga vendrá determinada en, gran medida, por el posicionamiento que adoptemos respecto al yoga: según se considere desde la perspectiva histórica, desde sus orígenes o desde la tradición religiosa; desde el colonialismo o desde el diálogo entre oriente y occidente.

Común a todas las religiones de la India y a sus sistemas filosóficos de conocimiento, subyace la visión que propone reconciliar tradición e innovación. El yoga es un testimonio vivo de cómo mantener la tradición, y a la vez permitir que la tradición cambie, innove, crezca y se adapte a las nuevas circunstancias.

Es propio del yoga poner el énfasis en la práctica más que en la teoría o en las creencias e ideas. Quizá sea esta la razón que explique la universalidad e inclusivismo del yoga. No hay mejor manera de llegar a saber qué es el yoga que poniéndolo en práctica.