
LA VÍA INTERIOR:
DE LA INTROSPECCIÓN A LA ACCIÓN CONSCIENTE
— 11 Encuentros Online —
Una propuesta de autoindagación para adentrarnos de forma práctica
en el camino del autoconocimiento y vivir con mayor claridad, propósito y plenitud.
«La única revolución verdadera es la interior. Todo lo demás es una simple adaptación superficial».
Ken Wilber
La vía interior es una expresión que hace referencia al camino de autoconocimiento y transformación personal que se recorre hacia adentro, es decir, explorando la propia mente, emociones, cuerpo y espíritu. A diferencia de los caminos que buscan logros externos, la vía interior pone el foco en:
- La observación consciente de uno mismo (pensamientos, emociones, impulsos).
- La conexión con el silencio interior y el recogimiento.
- El cultivo de la atención plena, la compasión y la ecuanimidad.
- La apertura del corazón y la comprensión profunda de la propia existencia.
- La integración de esa conciencia en la vida cotidiana y la acción.
En muchas tradiciones filosóficas, espirituales y contemplativas (budismo, vedanta, mística cristiana, sufismo, taoísmo, psicología transpersonal) la vía interior es vista como el verdadero camino hacia la libertad, la paz y la plenitud, ya que todo lo que buscamos afuera (seguridad, sentido, amor, claridad) en realidad se descubre dentro de nosotros.
La vía interior es el proceso consciente de volver la mirada hacia adentro
para conocerse, transformarse y vivir desde una mayor profundidad, presencia y coherencia.
Este curso se desarrollará en 11 sesiones y pretende abrir camino a una experiencia transformadora para quienes buscan vivir con mayor presencia, verdad y propósito. Estos encuentros invitan a un recorrido personal que tiene como punto de partida el cultivo del silencio interior y culmina en la acción consciente y en la aceptación de lo que somos.
El curso ofrece una guía práctica para explorar nuestro interior a través de prácticas conscientes, reflexiones profundas y herramientas de trasformación personal. Pondremos la atención en la experiencia corporal, la meditación y la contemplación, la escritura terapéutica, entre otras propuestas.
I. Saber detenerse
La necesidad de parar para adentrarnos en la quietud y en la relajación completa. Dejar de moverse hacia afuera y habitar el presente. Suspender la agitación y crear un espacio interno donde algo más profundo pueda emerger. Cultivar el estado de conciencia despierta y alerta, pero sin esfuerzo ni tensión.
II. El recogimiento
La voluntad de retirarse y reencontrarse con uno mismo. La vuelta hacia el interior y la atención unificada. Percibir la profundidad de lo real más allá de las apariencias. La presencia sin interferencias que posibilita la comprensión. Deshacer; dejar de hacer para poder ser.
III. La elocuencia del silencio
La disposición a escuchar lo que no se puede decir. Adentrarse en el lenguaje de la contemplación. Percibir, en lugar de saber. Estar dispuestos a atravesar el ruido mental: pacientemente, con confianza, con valentía. Descansar en el silencio del corazón.
IV. Habitar el cuerpo y conectar con los sentidos
Aprender a escuchar al cuerpo que siente. Comprender su lenguaje sin imponerle nuestra prisa o resistencia, sin sometimiento. Reconocerlo con presencia. Usar los sentidos para salir de la mente acelerada. Volver al aquí y al ahora: al oído que escucha sin juzgar, al gusto que saborea sin prisa, a la mirada que ve sin imponer significado.
V. La atención
El valor de honrar lo que está frente a nosotros. Habitar el presente como si fuera algo sagrado. Cultivar una apertura sincera al misterio y a la belleza que nos rodea. Recuperar el asombro sostenido. Retornar a la presencia reverente. Detenerse en lo simple y mirar con ternura.
VI. Calmar el flujo mental
Detener del diálogo interno, pacificar el pensamiento y clarificar la percepción. Desarrollar el discernimiento y liberarse de patrones mentales limitantes. Aquietar la mente agitada y frenética. Reducir el ruido interno, el estrés y la ansiedad. Descansar en la paz que emerge no por la ausencia de pensamientos, sino por la serenidad frente a ellos.
VII. La conciencia sin juicio
La importancia de distinguir al observador en el flujo de lo observado. Encontrar el testigo silencioso de todas las experiencias. La atención lúcida y desapegada que nos libera de la confusión interna. Ir más allá del cuerpo, de las emociones y pensamientos. Acto de entrega al momento; apertura que permite que la vida se despliegue tal como es.
VIII. La sabiduría del corazón
La capacidad de abrirse a sentir sin miedo. Descubrir la sabiduría latente en todas las emociones y comprender las necesidades que las impulsan para desactivar la reactividad. Cultivar un corazón cálido y compasivo. Escuchar la voz interna que conecta con nuestra verdad íntima, más allá de la lógica y las palabras y que, cuando es atendida, potencia nuestro auténtico desenvolvimiento y nos libera del sufrimiento emocional.
IX. La gratitud y la alegría serena
El don de reconocer el valor de lo que tenemos y somos. Apreciar genuinamente las cosas buenas que recibimos de los demás y de la vida misma. El deseo de corresponder con bondad. Percibir que la alegría serena aparece cuando nos sentimos agradecidos: por estar vivos, por comprender algo, por amar o ser amados, o simplemente, por existir.
X. La acción ecuánime
Comprender el alcance de un modo de hacer enraizado en la lucidez contemplativa: la actitud de equilibrio, desapego y presencia plena que convierte la acción en una auténtica, consciente y libre del apego a los frutos. La acción virtuosa que deriva del conocimiento propio. La acción realizada como un servicio. El reconocimiento de nuestra interdependencia.
XI. Integración y transformación
El compromiso con la integración tiene una doble vertiente: por un lado, vivir desde lo comprendido, encarnar las verdades que hemos visto; por otro, reconocer y dar acogida a todas nuestras partes, sin rechazo ni juicio. Presenciar con apertura en lugar de luchar o resistir. Experimentar que lo que es concienciado y sentido se transmuta de forma natural. Comprender que el cambio no viene por la voluntad exagerada o el esfuerzo excesivo, sino por la presencia consciente y la aceptación.
Curso organizado e impartido por Carmen León
| Lugar | Online | |||||||||||||
| Inicio | 15 Enero 2026 | |||||||||||||
| Horario | Encuentros quincenales
Jueves, 19.30 a 20.30 h (España. CET – UCT +01:00) |
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| Precio
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275 € Pago único
330 € Fraccionado (165 x 2) 10 Enero Fecha límite para pago único o primer pago fraccionado. |
INSCRIPCIÓN
662 218 190
